Pequeño, eléctrico, potente, técnico y un sinfín de calificativos que podríamos usar para describir a la nueva esperanza belga del balompié. Eden Hazard, apodado por algunos el “nuevo Messi” y empujado por muchos al top three de referentes actuales de este deporte, tras el propio argentino y Cristiano Ronaldo, tiene la oportunidad única de exhibirse ante el mundo del deporte Rey en Brasil escudado por una Selección que, para el que suscribe, va a dar mucho que hablar en la cita veraniega.
Zinedine Zidane ya machacó la agenda blanca solicitando su fichaje el mismo verano que convenció a la cúpula blanca para que trajera a un central joven de un equipo recién descendido. “Demasiada juventud“. Tal vez ésa fue la respuesta que recibió el crack de origen argelino a sus ruegos.
Tras conseguir un doblete histórico en Francia con el Lille en la temporada 2010/2011 y pasear con su escuadra por Europa la temporada siguiente, los anzuelos ya estaban echados para la joven perla belga. El Chelsea fue quien finalmente apostó por hacerse con sus servicios y, desde entonces, y como bien se intuía, ha llevado una línea ascendente en su juego. Goles y asistencias a una velocidad endiablada hacen de él un jugador franquicia al que todavía le queda mucho recorrido.
Bélgica está de enhorabuena. Tiene a un puntal de máxima valía para este verano y muchos años más. Y Hazard, también tiene motivos para la celebración. La escuadra flamenca, para el que suscribe, tiene uno de los onces inciales más competitivos y de calidad que el aficionado puede ver en el Campeonato Máximo. Desde la portería a la delantera, las líneas son firmes. La valloneta, Eden.
Regate, tiro (también a balón parado) y pase, todo a ritmo de vértigo. Señoras y señores, no le quiten ojo. Brasil 2014 es una cita para la que este joven jugador está más que preparado si las lesiones le respetan en estos meses que restan.
Nadie dudó en dejarle el dorsal de los elegidos. ¡Y pobre del que se atreva a hacerlo! Bien de extremo, bien de media punta, a este juego, nadie dijo que se jugara andando. Y Hazard lo hace volando.