Comentarios recientes
- Así se jugó… Italia 1934 | Mussolini se corona campeón - Pluma en Italia 1934: Mussolini derrota a España
- Juninho Pernambucano, el tiro libre hecho un arte – Pablo Ortega Fútbol en Brasil, el anhelo de un país
- Momentos injustos de los Mundiales: El “gol” de Pelé – Pablo Ortega Fútbol en Brasil 1950: El día que Maracaná enmudeció
- Bosnia, un novato muy peligroso – Pablo Ortega Fútbol en Irán, la importancia de participar
Etiquetas
Brasil no verá las cabalgadas de Gareth Bale, ni su potencia, ni su espectacular golpeo ni su exuberancia física. El ciclón galés tampoco verá cumplido en el país del Ordem e Progreso su sueño de debutar en la fase final de un Mundial. Gales, el país que le vio nacer hace 25 años, no se ha clasificado para esta edición (de hecho, sólo ha jugado el Mundial de Suecia’58) al quedar penúltima del grupo A por detrás de Bélgica, Croacia, Serbia y Escocia y sólo por delante de Macedonia.
Bale no podrá redondear en Brasil su buena temporada en el Madrid donde empezó a dejar destellos de lo que puede dar, su inolvidable gol en la final de la Copa de Rey ante el Barcelona ya está en la Historia de esta competición, amén de otras maravillas que ha dejado en Anoeta, ante el Elche o el Sevilla. Ha quedado acreditada su capacidad goleadora (segundo máximo goleador del equipo tras Cristiano) y también se ha destapado como un gran asistente siendo el mejor de su equipo en ese aspecto aunque se ha evidenciado que no es un jugador que participe mucho en el juego, quizá su gran defecto junto con su pierna derecha, y le cuesta mirar hacia atrás.
Tampoco le ha favorecido a Bale su posición en la banda derecha donde parece un poco enjaulado, el único día que lo pusieron en la izquierda destrozó al Barcelona en Mestalla. También se ha coronado en Europa con su gran partido en Múnich donde, si bien no marcó, sí dejó una imponente estampida en el 0-3 que le sirvió en bandeja en Ronaldo y, ese día sí, ayudó mucho en labores defensivas y sobre todo en la final ayudando de manera muy decisiva (anotó el 2-1 tras jugadón de Di María) a su equipos a conseguir la ansiada Décima. Con el descanso veraniego, su adaptación a España ya completada, sin el peso de los 100 millones (prácticamente amortizados por sus goles en las finales) y una pretemporada en condiciones, la próxima temporada debe ser la de la eclosión definitiva del extremo madridista.
La edad de Bale hace que esta no sea su última oportunidad de aparecer en un Mundial y la fase de clasificación para el próximo que se disputará en Rusia en 2018 le llega en su madurez. Ahí debe liderar a Gales en su cruzada por volver a la élite ayudado por jugadores de la talla de Aaron Ramsey o Joe Allen. En Rusia, con 29 años y con 5 años de experiencia en la élite madridista, llegaría en el mejor momento de su carrera pero la escasa cultura futbolísitica de su país, donde predomina el rugby, no le favorece en la conquista de su sueño
Juanvi Safont
Apasionado del fútbol. Socio del Villarreal C.F. Seguidor del Real Madrid y del Liverpool. Humilde colaborador de El Fútbol es Injusto.
Frank Ribéry pasará a engordar la fatídica lista de jugadores ausentes en el Mundial de Brasil. Hasta última hora, el extremo ha estado sometiéndose a numerosas pruebas para tratarse su lesión de espalda, estirando al máximo los plazos, pero no ha podido ser, el dolor vence al futbolista que no ha tenido más remedio que dar un paso al costado muy a su pesar. Su puesto lo ocupará Remy Cabella, del Montpellier.
Desde el pasado 24 de Mayo, Ribéry arrastraba molestias en la espalda –se perdió los dos primeros compromisos internacionales amistosos frente a Noruega y Paraguay–; en las últimas semanas sintió un pinchazo fuerte que presagiaba lo peor. Tras una semana de pruebas se confirmaba a escasos días del comienzo mundialista que no podría estar. Una baja sin dudas muy sensible para les bleus.
A Frank Ribéry le ha tocado sufrir un 2014 complicado. A principios de año, en enero, perdía el tan ansiado Balón de Oro en un sprint final frente a Cristiano Ronaldo: cuando todo parecía ya hecho la votación se amplió durante unos días en los que el luso brilló jugando la repesca con Portugal, lo que parece terminó por decidir el galardón a su favor y dejó con la miel en los labios a Ribéry.
En el Bayern Múnich tampoco ha exhibido su mejor versión, sin noticias de aquellos regates eléctricos que sembraban el terror en la Bundesliga. Poco después de no conseguir el Balón de Oro, Ribéry tuvo que ser operado por un coágulo en el trasero, pasando varias semanas de baja. La eliminación tan dolorosa en las semifinales de Champions frente al Real Madrid –prácticamente ausente en toda la eliminatoria– fue el síntoma claro que el francés no estaba en su mejor momento. Quedó patente en la final de Copa que levantó el Bayern de Guardiola con Ribéry empezando el partido en el banquillo, indicios de una lesión que le acabaría dejando sin billete a Brasil.
Sin duda, Francia notará su baja en el Mundial porque Ribéry centraba los focos de les bleus como estrella de una selección que sin él estará más mermada táctica y anímicamente. La oportunidad del gran evento se le esfuma al galo entre sus dedos mientras no le queda más remedio que ceder, ser un hincha más y mirar al horizonte, la Eurocopa que se disputará dentro de dos años en Francia y lo que podría ser su último gran servicio con la camiseta de su país.
Yasser Tirado
Escritor que pretende hacer del fútbol una literatura de mesilla de noche, un enfoque distinto entre la densa niebla. Podéis ver mis proyectos en www.memoriasdeunbar.com
Una de las ausencias más destacadas de la selección española y en consecuencia, de esta Copa del Mundo, es la del guardameta del Fútbol Club Barcelona, Víctor Valdés. Su desgraciada lesión en el partido frente al Celta de Vigo, con la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla, le ha privado de una oportunidad única para poder ser protagonista.
El ya tan manido debate de Diego López e Iker Casillas en la portería blanca, con la consecuente pérdida de protagonismo por el capitán de la Roja a lo largo de la temporada, daba lugar a muchas especulaciones sobre la posibilidad de que Valdés fuera el portero titular en el Mundial de Brasil.
Pero han sido simplemente especulaciones que finalmente no se podrán despejar con claridad. El rendimiento de Víctor Valdés, con el paso de las temporadas, ha crecido exponencialmente hasta convertirse en uno de los mejores porteros del fútbol mundial. Aquel dicho popular de que los guardametas mejoran con los años se ha cumplido en el catalán, que se ha quitado de un plumazo esa etiqueta de irregular e inconsistente que le acompañó en sus primeros pasos en el club azulgrana.
Con un juego con el pie espectacular, dotes de mando, agilidad, potencia y una capacidad para blocar el balón que evoca a porteros de otras épocas, Valdés ha sido pieza fundamental en los éxitos del Barça. Un equipo en el que el inicio del juego desde atrás es innegociable, siempre ha cumplido a la perfección, y más cuando, por la inercia ofensiva del equipo, ha tenido que salvar ocasiones de gol claras con muy pocas intervenciones en el partido. Un porcentaje de acierto brutal para un portero decisivo.
La ausencia de Valdés finalmente ha sido cubierta por David De Gea. Decisión razonable del seleccionador Vicente Del Bosque, la de integrar ya en la dinámica de la selección absoluta a uno de los guardametas con mayor proyección de Europa, y que con total probabilidad se convertirá en el guardián del arco español en el futuro.
Adrián Gómez
Creador de ConLosGuantesPuestos.com - Entrenador de porteros del Narón Balompié (Autonómica Preferente Galicia) - Miembro de la Asociación Gallega de Porteros y Entrenadores de Porteros - Coordinador de Campus en A Coruña para la Escuela Unoy13 - Representante en A Coruña de la agencia Dinamia Sport
Un Mundial es como un gran escaparate para los futbolistas, ya sean más o menos conocidos. Desgraciadamente, la historia está llena de genios del fútbol sin excesiva relevancia en competiciones internacionales de selecciones debido al bajo nivel futbolístico de sus respectivos países. Este es el caso, entre otros, de Arda Turan, que, a sus 27 años, no ha tenido opción de participar en un Mundial ni la tendrá en el que se nos avecina este verano en Brasil.
Un pésimo inicio de la fase de clasificación privó a Turquía – y, por ende, a Arda Turan – de enseñar sus virtudes al mundo entero. Asumiendo que Holanda iba a ser la primera clasificada del grupo D, tres derrotas en los cuatro primeros partidos (dos de ellas ante sus teóricos rivales por la segunda plaza, Rumanía y Hungría) fueron una losa demasiado pesada.
Viendo jugar a Arda, cuántas tardes este año he pensado en el Calderón: “Qué lástima que el mundo entero no disfrute de este talento en el Mundial”. A veces, cada vez menos, da la sensación de estar ausente, como todos los genios; pero la realidad es que siempre pide la pelota, siempre quiere el balón. Y lo más importante, siempre sabe qué hacer con él. Y lo que hace con la pelota es siempre diferente. Recorta, asiste, manda, para el juego cuando hace falta… En una plantilla (la del Atlético de Madrid) no precisamente sobrada de talento, el turco es el dueño del balón. Y el elemento diferencial. Cuando no está sobre el campo, la creatividad del Atlético se reduce drásticamente.
Por edad, podría llegar perfectamente a otro ya que tendrá 31 años en 2018. La duda está en saber si su país, Turquía, logrará el billete. Por el disfrute de todos (y no sólo de unos pocos afortunados que le vemos jugar muchos domingos), esperemos que así sea.
Matt Le Tisier
Apasionado del fútbol. Editor de elfutbolsegunmatt.wordpress.com. Socio del Atlético de Madrid.
Luchó hasta el final. Como el Tigre que es, vendió cara la derrota. Desde que supo el momento de su lesión, puso su mente en el doloroso trabajo de recuperación que le esperaría. Cuatro meses para una tratación express, pero finalmente no pudo ser. Falcao se perderá el Mundial de Brasil.
Una desgraciada lesión a finales de enero, en un partido de la Copa francesa, trastocó todos los planes de la Selección de Colombia. Perdían a su estrella, su gran referente, el icono de su fútbol. Al fútbol se gana marcando goles, que es lo que te garantiza Radamel Falcao. El buen fútbol que podía generar el combinado del argentino Pékerman, se veía premiado cuando el jugador del Mónaco mandaba el balón a las redes. Sin él, no se resiente la construcción del juego, pero sí la finalización del mismo. James Rodríguez tendrá que buscar otras variantes, Macnelly Torres tendrá que servir más pases, pues el acierto goleador que tiene Falcao es lo que lo han convertido en uno de los mejores delanteros centros del mundo. Las variantes que se presentan son muchas: Teo Gutiérrez seguirá teniendo un papel importante, pero no es un jugador de las características del Tigre. Jackson Martínez es parecido, pero no ha pasado su mejor año en el FC Porto, aunque sí lo ha acabado medianamente bien. Las alternativas crecen, siendo el sevillista Carlos Bacca una de las más atractivas por el gran rendimiento que ha ofrecido esta temporada.
Pero quedará un vacío en la delantera de la selección “cafetera”. Falcao se pierde el Mundial en el mejor momento de su carrera, cuando había explotado futbolísticamente. El próximo le llegaría con 32 años, en una situación que no se presupone tan prometedora como la que tenía este año. Una auténtica lástima ver que la gran cita de Brasil se pierde a uno de los mejores jugadores del planeta fútbol.
Domingo Pérez
Estudiante de turismo con vocación de periodista deportivo. Estopa como forma de vida. Gunner, canarión y coruñés de adopción. Redactor de @Futbolesinjusto 1993, Gáldar