Las apuestas en directo

Para ganar en el mundo de las apuestas hay que saber manejar el mercado de las apuestas en directo. Tan importante como saber leer los encuentros antes de que comiencen es saber aprovechar las oportunidades que surja mientras el partido esté en juego. Y hablamos de cualquier deporte: fútbol, baloncesto, tenis, waterpolo o los ahora tan de moda e-sports; sea cual sea nuestra especialidad, debemos ver partidos, primero, para tener información de primera mano, y segundo, porque mientras se está disputando el evento pueden surgir grandes oportunidades de conseguir un dinero extra.

Aprender a leer este tipo de cosas no es nada fácil, y por eso ser un experto en las apuestas en directo no es nada sencillo. Hay que estar bien informado y saber qué oportunidades aprovechar y qué eventos que parecen una oportunidad son realmente una trampa. Hay que aprovechar al máximo todas las promociones, aprovechar páginas como cuotasdeapuestasendirecto.es, utilizar solo las casas de apuestas que mejores condiciones nos ofrezcan para nuestras apuestas en directo. En los últimos tiempos se ha vuelto fundamental, casi una necesidad, que la bookie nos ofrezca la posibilidad de cerrar nuestras apuestas antes de que terminen. Si uno de tus pronósticos va con marcador a favor pero ves que se empieza a torcer por el motivo que sea, siempre podrás cerrar tu apuesta y obtener parte (o gran parte, en función de cuán a favor de tu apuesta vaya el resultado) de los beneficios potenciales. Es una buena forma de asegurarte beneficios antes de que termine el partido, sobre todo cuando ves que tu apuesta peligra, y disfrutar del resto del encuentro como un aficionado más.

Bien es cierto que en ocasiones este tipo de apuestas puede ser un arma de doble filo, pues por mucho que un equipo esté dominando un encuentro, por mucho que un tenista esté dominando un partido, nadie puede asegurar que el choque continúe tal y como ha ido hasta ese momento. El llamado “momentum”, el estado de forma puntual que está pasando un equipo dentro del propio partido, también nos puede jugar una mala pasada. Por ejemplo, cuando un equipo va perdiendo por 0-2, marca el primer gol y tras el saque de centro ves que tiene tres ocasiones seguidas de gol para empatar. Piensas que es tu oportunidad, que el empate va a caer sí o sí, apuestas por él, pero resulta que el equipo local ya no tiene más ocasiones en todo el partido, fue solo ese “momentum” tras marcar el primer tanto, fue solo un “arreón” aprovechando la euforia de ver que era posible empatar, pero el equipo visitante supo controlar ese envite puntual y no tuvo mayor problema.