El negocio de las casas de apuestas y los casinos online
El crecimiento de las casas de apuestas en los últimos años ha sido exponencial. Hoy en día es imposible ver un evento deportivo importante sin estar expuesto a la publicidad de una bookie. Y es que su evolución ha sido tal, que han pasado en relativamente pocos meses de meras comparsas a grandes protagonistas del deporte, con todo lo que ello conlleva. Casas que patrocinan equipos, que copan la publicidad de los estadios y, por supuesto, la publicidad de los medios de comunicación. Hoy en día en el descanso de un encuentro de fútbol el 75% de los anuncios, por lo menos, son de casas de apuestas, con anuncios relacionados con su sección de apuestas.
Y es que no hay que olvidar que las bookies no viven solo de las apuestas, o incluso me atrevería a decir que esta sección es la que menos beneficios les da. Disponen de Juegos de Casino Gratis, para que aprendas con dinero ficticio cómo funcionan sus diferentes juegos y luego te pases al real: Black Jack, la ruleta, las tragaperras… Y un sin fin de diferentes juegos a disposición del consumidor. Y por supuesto, la sección de póker no puede faltar: toda casa de apuestas de nivel tiene su sección de póker, mientras que las propias empresas de póker también han lanzado su propia sección de apuestas.
No hay que olvidar que estos gigantes, que mueven millones y más millones al día, no son tontos. Si siguen activos y creciendo, es porque siguen consiguiendo beneficios, y como comentábamos anteriormente, las apuestas siguen al alza. Es muy poco el porcentaje de jugadores que consigue ganancias en una casa de apuestas, lo cual no quiere decir que no se pueda conseguir. No en vano, cabe destacar que los diferentes sistemas de afiliados de las casas de apuestas pueden llegar a ofrecer hasta ochenta dólares por conseguir un usuario. Queda a la imaginación de ustedes el pensar cuánto beneficio calcula la bookie en cuestión que le sacará al usuario… Y ya saben que para que una casa de apuestas gane, el usuario debe perder.
Redacción EFEI