UEFA Champions League 2015, Juventus – Barcelona
Esta noche se juega el partido del año. La UEFA Champions League 2015 llega a su fin en el Olympiastadion de Berlín, donde Juventus y Barcelona se enfrentarán para determinar al nuevo monarca europeo. Y como siempre, analizaremos el partido en nuestra Pizarra.
Lo primero que debemos hacer es establecer los hechos: el FC Barcelona llega como el candidato absoluto y gran favorito a la victoria. El conjunto de Luis Enrique tiene la oportunidad de hacer historia, al convertirse en el primer club en la historia de la competición que logra el Triplete dos veces. Además, no hay sorpresas al decir que el asturiano cuenta con el arsenal ofensivo más letal del planeta. Tanto Neymar como Messi llegan a este partido en plena forma, capaces de desequilibrar con regates en velocidad y anotar desde cualquier ángulo, siempre partiendo desde las dos bandas y con libertad de moverse por todo el frente de ataque.
Pero la pieza fundamental es la que los une, y se llama Luis Suárez.
El delantero uruguayo es el complemento perfecto porque ofrece algo que el ‘Barça’ no tenía desde que Samuel Eto’o dejara la disciplina ‘culé': una referencia en el área. Suárez ha dado una nueva dimensión al ataque del equipo porque juega con los espacios y se desmarca constantemente; es una amenaza con y sin la pelota, algo que los otros dos elementos no saben hacer. Los defensores tienden a acompañarlo a donde va, y al romper la línea defensiva se crea el espacio donde Messi y Neymar son realmente letales.
Luis Enrique Martínez tiene todo el mérito del mundo por haber logrado un equilibrio entre los tres delanteros que explote al máximo su potencial, especialmente tras haber comenzado la temporada en evidente discordia con algunos elementos del club. No se sabe a ciencia cierta lo que sucedió entre el entrenador y los jugadores, pero luego de la derrota en Anoeta a inicios del 2015 se vio un cambio radical en el comportamiento del equipo, y el fútbol empezó a fluir de las botas de cada miembro blaugrana. Las rotaciones durante el año permitieron al asturiano, además, distribuir fuerzas para llegar a esta instancia con una plena salud que, por ejemplo, el Real Madrid no tuvo y evidentemente le costó la temporada.
El once del Barcelona será entonces el habitual y el planeta entero lo conoce: 4-3-3 con Ter Stegen en el arco; Alves, Mascherano, Piqué y Alba en defensa; Rakitić, Busquets e Iniesta en la media; Messi, Suárez y Neymar en ataque. Ahora la pregunta que toda la prensa española se hace: ¿puede la Juventus detener el potencial ofensivo del ‘Barça’? La respuesta no solamente es “sí”, sino que además tiene más probabilidades de hacerlo de lo que muchos piensan.
Primero, lo primero: en palabras de Gianluigi Buffon, “la Juventus no llega a esta final como víctima sacrifical”. El equipo dirigido por Massimiliano Allegri es tetracampeón de Italia, flamante campeón del Scudetto y la Coppa y, al igual que el ‘Barça’, aspirante al histórico Triplete. Es la segunda vez en la historia que ambos finalistas optan a la triple corona; la primera fue en 2010, cuando el Inter de ‘Mou’ derrotó al Bayern de Heynckes por 2-0; curiosamente, fue esa la última vez que un club italiano llegó a la final. A juzgar por las declaraciones ante la prensa, tanto los jugadores del Barcelona como su entrenador están convencidos de que la victoria llegará con sólo repetir la misma fórmula ganadora que los trajo a Berlín. Podría estar yo equivocado, pero me parece que el Barcelona de Luis Enrique no ha enfrentado nada parecido a la Juventus actual, y no todas las enfermedades se curan con la misma penicilina.
Si algo ha demostrado el conjunto bianconero es la capacidad para adaptarse al rival y cambiar velocidades para explotar sus debilidades; el ‘Barça’ de Luis Enrique, por el contrario, conoce una sola velocidad: la que impongan los tres de arriba. Recuerdo la última vez que el ‘Barça’ se enfrentó a un club italiano, y no sólo se fue a casa sin anotar, sino que además perdió 2-0. Fue en febrero del 2013, ida de los octavos de final de Champions en San Siro, ante el Milan entrenado por el mismísimo Massimiliano Allegri. En aquel ‘Barça’ fueron titulares Alves, Piqué, Alba, Busquets, ‘Xavi’, Iniesta, Messi y Pedro, e incluso Mascherano entró al final. Haciendo comparaciones, el ataque actual cuenta con más pólvora gracias a Neymar y Suárez, pero también es cierto que aquel Milan era inferior a la tetracampeona de Italia. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero si quieres detener al mejor ataque del mund, tu mejor opción será la escuela italiana. Ya lo dijo Allegri: el Barcelona tiene defectos y debilidades también, como cualquier equipo.
Giorgio Chiellini no jugará esta noche a causa de una lesión muscular, pero su parte en esta final la jugó hace una semana, al decir que Messi no habría anotado en Italia el extraordinario gol que marcó ante el Athletic en la final de Copa. No se trata de soberbia o prepotencia; lo expliqué hace un par de años en un texto titulado “Escuelas de fútbol” Es, simplemente, una mentalidad diferente, que conlleva un entrenamiento completamente desconocido para el resto del mundo, lo que hace del jugador italiano un elemento único. El truco no es marcar a Messi y sólo a Messi, sino trabajar colectivamente para reducir los espacios y hacerle la vida más complicada, incomodarlo hasta el punto de hacerle perder la concentración y provocar un error, a él y a cualquier rival. Es ese el momento de robar, correr y matar a la contra. Así se sucedieron todas las derrotas del Barcelona esta temporada.
El once probable de Allegri será un 4-1-3-2 con Buffon en la puerta; Lichtsteiner, Barzagli, Bonucci y Evra atrás; Pirlo delante de la defensa con Marchisio, Vidal y Pogba en la media; arriba Tévez junto a Morata. En vista de que el contragolpe es la mejor arma del Barcelona —al igual que lo fue del Madrid— es lógico usar ante los blaugrana la misma estrategia que eliminó a los ‘merengues’. La diferencia será, por supuesto, la ejecución, que deberá ser en este caso más precisa, pues el nivel de dificultad ha aumentado. No jugará la ‘Juve’ a cederle la pelota al ‘Barça’ y esperar atrás, como dice la prensa española: eso es absurdo y demuestra escaso o nulo conocimiento periodístico del equipo italiano. Tampoco veremos una presión constante y una línea defensiva alta como hizo el Bayern de Guardiola, pues eso resultaría en una goleada. El secreto será mantener el equilibrio pendular del mediocampo como se hizo ante el Madrid, robando la pelota justo en la zona central, llevarla luego unos metros atrás para atraer la presión del ‘Barça’ y, finalmente, aprovechar el espacio creado a espaldas de los dos laterales, Alves y Alba, ambos mejores en funciones ofensivas que en posicionamiento defensivo.
Se habla mucho de cómo detener a Messi pero, como dije antes, no se trata de detenerlo sino de aislarlo. El ‘Barça’ de Luis Enrique ha bajado en promedio la posesión de la pelota comparado con los años de Guardiola, pero ha ganado en velocidad, los números dicen que anota más goles y sigue contando con un 60% de posesión, lo que le permite limitar las ocasiones del rival gran parte del tiempo. Será un trabajo bastante duro, especialmente porque Alves y Alba crean superioridad numérica por banda, y es ahí donde la flexibilidad de la Juventus será puesta a prueba. Pogba por izquierda y Marchisio por derecha deberán estirar el campo al máximo para transformar el 4-1-3-2 en un 4-4-2 plano si es necesario cada vez que los laterales azulgranas se descuelguen. La reacción natural de Messi y Neymar será converger al centro si la banda se cierra, y ahí estará la siguiente prueba para la ‘Juve': Barzagli y Bonucci deberán estar bien sincronizados para no permitirle a Suárez el movimiento que invita al pase filtrado. El apoyo de Pirlo y Vidal será esencial para completar esa tarea. En caso de ventaja parcial, la entrada de Ogbonna por un mediocampista (posiblemente Pirlo, si ya no le queda energía para correr) permitiría a la ‘Juve’ pasar al 3-5-2 y cubrir mejor las bandas retrasando unos metros las líneas, asumiendo el riesgo de acercarse demasiado al área de Buffon pero dando mayor libertad a Pirlo.
El reto para la Juventus será aguantar las distancias entre líneas para no caer en la trampa de Suárez, no crear el espacio para que Messi sea ‘Messi’; reducirlo simplemente a un atacante peligroso, no el monstruo que habitualmente es. El reto para el ‘Barça’ será apretar la defensa bianconera con toda la artillería y reventar esas costuras a tiempo, antes de que Tévez y Morata se acerquen al área de Ter Stegen. La defensa del ‘Barça’ tendrá probablemente menos trabajo que la italiana, pero en esas ocasiones en que la esférica se escape del dominio ‘culé’ y llegue a los pies del Apache veremos a Piqué y Mascherano realmente sudar la camiseta. Porque el peligro no es solamente evitar el disparo: es también no cometer faltas a menos de 30 metros del área desde donde Pirlo puede ser tan letal como un tiro penal, y si alguien sabe esconder la pelota, es ‘Carlitos’. Busquets suele ayudar, pero trabaja mejor presionando hacia adelante que reculando posicionalmente, y esta vez Vidal estará encargado de tenerlo ocupado.
Ambos equipos cuentan con sus armas y las traen bien aceitadas. La mesa está servida para un último tango en Berlín: Messi contra Tévez. Yo le recomendaría al ‘Barça’ insistir especialmente por la banda de Jordi Alba para sacar de su posición a Barzagli y dejar a Bonucci descubierto ante Suárez. La ausencia de Chiellini se sentirá más que nunca en el enfrentamiento físico con el uruguayo, y Bonucci jugará por el perfil zurdo cuando está habituado a jugar más a la derecha. Sacar a Barzagli de su eje es la mejor opción, lo mismo que le sucede al ‘Barça’ cuando le atacan por esa banda, y Piqué debe salir del centro dejando a Mascherano solito en el área. En ese sentido, la banda de Alba y Lichtsteiner podría ser la clave del partido.
Personalmente, si hay dos entrenadores en los que tenía poca fe a inicio de temporada, eran justamente Luis Enrique y Allegri. Vaya sorpresa me han dado. La Juventus ha perdido las últimas tres finales que ha disputado, mientras el ‘Barça’ ha traído el trofeo a casa las últimas tres veces que llegó a esta instancia. Desde que el torneo se llama Champions League, cada vez que el favorito perdió la final contra todo pronóstico, hubo un italiano involucrado, y la última vez que el ‘Barça’ disputó una final ante un italiano no sólo era el favorito: era el Dreamteam de Cruyff, que enfrentaba al Milan de Capello sin el bastión de la defensa, Franco Baresi, suspendido para aquel partido. El resultado fue un 4-0 para los italianos que pasó a la historia. No creo que se repita el mismo marcador; preveo un partido bastante igualado, pero si debo apostar por una nueva sorpresa, nunca hubo mejor momento que ahora. Que ruede la pelota.
PD: por si lo dudan, les dejo mi pronóstico…
Juventus 1-0 Barcelona
Arturo Loaiza
Un comentario en “UEFA Champions League 2015, Juventus – Barcelona”
Pues te luciste con el pronóstico.