El valor de los valores
A pesar de la falacia extendida desde hace varios años (por aquellos que sólo miran el Documento Nacional de Identidad a la hora de hacer valoraciones acerca de la aptitud de un futbolista) sobre el supuesto deterioro futbolístico de uno de los mejores jugadores de la historia reciente del balompié, no resulta descabellado opinar que a ‘Xavi’ le restaban todavía algunas campañas al máximo nivel competitivo, como así han demostrado sus piernas desde la primera hasta la última de las 17 temporadas que lleva en activo. Han sido casi dos décadas como azulgrana desde que el controvertido ‘Louis’ van Gaal decidiera quebrar el cascarón de aquel polluelo egarense para hacerlo debutar en un partido de Supercopa frente al Mallorca en el Lluís Sitjar en 1998 (donde, además, anotaría su primer tanto como azulgrana). Desde entonces, más de tres lustros lleva vistiendo la casaca barcelonista, a lo largo de los cuales el de Terrasa ha ido mejorando sus prestaciones con el paso de los años, como el buen vino.
No obstante, para desgracia de los ‘culés’ y de los amantes de este deporte en general, nada en esta vida dura para siempre y, como parecía vislumbrarse desde hacía ya algunas fechas, el mejor director de orquesta de los últimos años ha decidido semi-retirarse, con vistas, claro está, a poder retornar más pronto que tarde a su casa, y ser capaz de liderar un futuro proyecto desde el banquillo ‘culé’; ese por el que pasaron, con más o menos éxito, los Van Gaal, Serra Ferrer, ‘Charly’ Rexach, De la Cruz, Radomir Antić, Frank Rijkaard, ‘Pep’ Guardiola, ‘Tito’ Vilanova, Jordi Roura, Gerardo Martino y Luis Enrique, quienes pudieron disfrutar del centrocampista catalán como el pupilo más aventajado de su clase.
En Doha esperan ahora con los brazos abiertos al que aún es uno de los mayores talentos del planeta fútbol y que, sin duda, ha hecho méritos de sobra para convertirse en uno de los inmortales de la historia del balompié. Así pues, Qatar pasará a ser, a partir de ahora, la tierra (y esperemos que allí también tengan buen césped) de acogida de un crack al que le tocó deslizar sus pies por la glamurosa alfombra de altiveza y flashes que componen el lado menos puro del fútbol, pero que ha sabido siempre recordar cuáles son sus orígenes. Un tipo al que no se le han caído nunca los anillos a la hora de tender la mano al rival o incluso de hacer subir a un humilde aficionado, como el entrañable Cristóbal (al que tuve la suerte de conocer), a su majestuoso automóvil para llevarlo a casa.
‘Xavi’ se marcha, sí. Pero lo que nadie nos podrá quitar es que, durante casi dos décadas, hayamos podido disfrutar de Don Xavier Hernández Creus, uno de los mayores exponentes del fútbol en nuestro planeta. Un ‘culé’. Un futbolero de la cabeza a los pies. Sin duda, otro caballero que pasará a engrosar la codiciada lista de futbolistas eternos y que se despedirá del fútbol de primer nivel como merecen los grandes de este deporte: disputando esta tarde un emotivo partido-homenaje (aunque para la afición del ‘Dépor’ será otra película bien distinta) ante su afición —que servirá además como festejo de su 8º título liguero—, y participando en dos finales que pueden llevar al veterano centrocampista azulgrana a sumar el segundo ‘triplete’ de un palmarés difícilmente superable. Por eso, los tres partidos que restan de competición deben ser un homenaje a ‘Xavi’, sí, pero sobre todo a los valores, al “ADN Barça”; a esos maestros de la artesanía que, bajo la solidez de un férreo molde, no se han cansado de fabricar “Xavis”, “Puyoles” o “Guardiolas” generación tras generación.
Tocará encomendarse a generaciones venideras (aunque sin mucha esperanza por parte de algunos nostálgicos como yo), pero lo cierto es que, después del inolvidable adiós de Carles Puyol (sin deslucir el de Valdés) hace justo un año, y tras la inminente marcha del actual capitán azulgrana después de 25 años en ‘Can Barça’, resulta inevitable reconocer que, a partir de ahora, algunos serán un poco menos ‘culés’, o incluso un poco menos “del fútbol” al ver cómo la representación de los valores de ‘La Masía’, tan arraigados a la primera plantilla del FC Barcelona bajo la figura de los Puyol o ‘Xavi’ en los últimos años, terminarán de esfumarse como lágrimas en la lluvia a partir del próximo 30 de junio.
Menos mal que siempre nos quedarán los recuerdos.
Gracias por no haber permitido que te viésemos nunca faltar al respeto a ningún árbitro, ni a la grada rival, ni mucho menos a un compañero de profesión. Gracias por tu pasión innata, por la humildad y por haber hecho del balón —y del césped, claro— tus mejores aliados. Gracias por regalar al verdadero amante de este deporte el único estímulo necesario para seguir siéndolo: fútbol en estado puro, sin colorantes ni conservantes.
¡Gràcies per tot, capità!
Leandro Serrano