‘The Big Blue’ como fiesta final
La temporada australiana llega a su fin. Esta vez ha sido más extensa de lo habitual, pues dio el pistoletazo de salida semanas antes de lo marcado en ediciones anteriores con el estreno de la ‘Westfield FFA Cup’. Se trata de un torneo en formato de eliminatorias que busca dar más tiempo de competición a los clubes aussies y que, así, pese menos la inactividad a los conjuntos que disputen la máxima competición continental a nivel de clubes en la temporada.
La temporada regular en la A-League comenzó allá por el mes de octubre y finalizó el pasado 26 de abril, coronando al Melbourne Victory como campeón y al Sydney FC como segundo, a tres puntos de distancia. Fueron veintisiete jornadas que dejaron en una situación comprometida los proyectos de los triunfadores de la edición 2013-14. Si el Brisbane Roar —campeón de liga regular y de series finales en 2013-14— acababa la temporada séptimo y accedía a las finales gracias a la sanción que eliminaba al Perth Glory, peor le iba al subcampeón de ambos torneos y primer equipo australiano en levantar la AFC Champions League: el Western Sydney Wanderers de ‘Tony’ Popovic, Ante Čovic, Topor-Stanley o Mark Bridge pasaba de la gloria al infierno en apenas unas semanas, finalizando noveno —y penúltimo— sumando tan solo 18 puntos en una temporada en el torneo doméstico digna de olvidar. Sin embargo, el club ha valorado —y premiado— la labor de Popovic en el torneo continental renovando el contrato del preparador local.
Las series finales, en sus semifinales, no han dado lugar a la sorpresa y por un lado el Victory superaba un derbi local por 3-0 ante el Melbourne City —equipo de la órbita del City Group y heredero del antiguo Melbourne Heart— y, por el otro lado del cuadro, el equipo de Sydney doblegaba por 4-1 a Adelaide United. Ambas victorias deparaban un súper derbi entre las dos mayores ciudades del país australiano y que es conocido como The Big Blue.
La escuadra de Melbourne está dirigida por una de las leyendas socceroo, Kevin Muscat. Inglés de ascendencia maltesa y con una suma total de 46 partidos con la elástica aussie. Exjugador del conjunto ‘Dark Blue‘ y capitán del mismo hasta el momento de su retirada en 2011. La dupla formada por Besart Berisha y el veteranísimo ‘Archie’ Thompson ha sido fundamental para que el conjunto de Melbourne haya podido sumar, de momento, su tercer título de campeón de la A-League. Ellos serán pieza importante, clave, en las opciones que tendrá Victory en completar el círculo y hacerse con las series finales en la que sería, también, su tercer título. Siempre que ganó la temporada regular, acabó ganando también las finales; 2007 y 2009 son los precedentes.
Por su parte, en el otro lado del derbi, Graham Arnold ha conseguido levantar el quinto puesto de la temporada pasada y la posterior eliminación en la primera ronda ante, precisamente, el rival de esta final. Marc Janko, auténtico mito del fútbol austríaco, es el hombre-gol del conjunto de Sydney aunque tampoco hay que dejar de lado la tripleta formada por Alex Brosque, Shane Smeltz y Bernie Ibini-Isei. Una vez campeón de la A-League los de Sydney —2009-10— y dos veces campeón de las Finales —2006 y 2010—. Además, cuenta en su palmarés con una victoria continental, de menor entidad que la lograda por sus rivales del oeste de Sydney, pero también levantaron una Champions. Era el año 2005 y lograron alzar el torneo de la OFC superando por 2-0 a los caledonios del AS Magenta en la final disputada en Tahití.
Un Big Blue es un buen final de temporada: un partido de máxima rivalidad, de resultado incierto y que puede servir para desempatar unos derbis en los que la igualdad marca la tónica. 35 partidos con 10 victorias para Melbourne, 9 para el Sydney y 16 empates y un balance de 50-49 goles a favor del Victory. Un gran derbi para una gran temporada en la lejana Australia. Un partido para sentarse y, simplemente, disfrutar del fútbol que se juega en las antípodas.
Dani González