Bienvenido a tu casa, Pep

En España, la trascendencia del fútbol es capital; en Barcelona, hay pocas cosas más importantes que el ‘Barça’. Dentro de esa religión teñida de azulgrana, hay varios profetas que destacan por encima del resto. El último de ellos visita esta noche el Camp Nou con el escudo del equipo visitante en la solapa.

Pensar en el FC Barcelona implica acordarse al instante de Pep Guardiola. El catalán defendió en 379 ocasiones la camiseta azulgrana, ganando, entre otras muchas cosas, 6 ligas y la primera Champions League de la historia del club. Pero, por encima de todo, el de Sampedor supone el estilete de la última época dorada de la institución, un periodo de ensueño que sirvió para enterrar definitivamente viejos miedos, para guardar los complejos en el baúl de nunca jamás.

El ‘Barça’ de Guardiola dejó un poso incalculable en forma de sensaciones. Nunca antes un culé había visto a su equipo marcar la pauta del fútbol mundial de ese modo, aceptando el cartel de favorito y haciendo valer tal condición, sabiéndose el mejor, demostrando ser el mejor. Por encima de sextetes y números quedarán los momentos, como aquella atronadora ovación del Camp Nou al equipo que acababa de caer a las puertas de una final de Liga de Campeones frente al Chelsea.

Aquel conjunto, además, tuvo otra virtud que lo hizo eterno: no sólo jugaba como nunca nadie lo había hecho, sino que ganaba. La escuadra dirigida por Pep y Tito se apuntó catorce de los 19 títulos que disputó, lo que significa que prácticamente ganaba cuatro de cada cinco competiciones en las que participaba. ¿Cómo no vamos a echar de menos a Pep?

Delante de los micrófonos, Guardiola también sirvió como guía espiritual para el barcelonismo. El convencimiento que destilaban sus palabras encandiló a los aficionados desde su presentación. La misma mano firme que le llevó a descartar a Deco y Ronaldinho (vaya dos, en todos los sentidos) al pisar el Camp Nou, le sirvió para tratar a la prensa. Para el recuerdo quedará aquella rueda de prensa en el Bernabéu.

Sin embargo, en el feudo blanco lo más destacado pasó en el césped: ningún culé olvidará nunca el día en que el ‘Barça’ certificó una liga a golpe de 2-6. Por si fuera poco, aquella noche “nació” el mejor falso ‘9’ de la historia: Leo Messi. Como tampoco ningún madridista podrá olvidar la manita que los hombres de Guardiola le endosaron en el Camp Nou. Los mejores 90 minutos del (posiblemente) mejor equipo de todos los tiempos. Toda una exhibición de fútbol.

Por todos estos méritos, por todos estos motivos, hoy, Guardiola será recibido como lo que es: un héroe. Gracias y bienvenido de nuevo, Pep. Espero, y no soy el único, que la próxima vez que vengas por aquí te sientes en el mejor asiento del palco del Camp Nou.