Christoph Kramer, alemán de la vieja escuela
Alemania siempre ha sido sinónimo de jugadores altos, fuertes y con un físico imponente…, al menos hasta aquel Mundial del 2006 donde Klinsmann comenzó a cambiar la mentalidad de un equipo que, perfeccionado por Löw, se proclamó campeón del mundo 8 años más tarde. Los Effenberg, Frings o Ballack fueron dejando lugar a los Götze, Reus u Özil; y el fútbol directo y de superioridad física en el medio dejó paso al juego combinativo que lleva años enamorándonos a todos. Aún así, todavía quedan jugadores moldeados según la vieja escuela del fútbol alemán. El último de ellos es este chico del Leverkusen que juega cedido en el Gladbach y por el que muchos grandes —entre ellos incluso el Real Madrid— se han interesado: Christoph Kramer.
Kramer llegó a los 8 años a las categorías inferiores del Bayer Leverkusen, donde se formó como futbolista hasta los 19 a excepción de dos años que pasó en Düsseldorf, en las filas del Fortuna, antes de que el Bayer lo recuperara, admitiendo su error al dejarlo marchar. Después de debutar con el segundo equipo, pasó dos años cedido en el Bochum, el movimiento ideal para ganar minutos y experiencia, ya que lo jugó absolutamente todo. En 2013 volvió al norte de Westfalia, desde donde le buscaron salida a un equipo en el que pudiese acabar de curtirse a primer nivel. Y así acabó en Mönchengladbach, jugando para el Borussia y a las órdenes de Lucien Favre, donde está cumpliendo el segundo de sus dos años de cesión habiéndose convertido ya en la pieza clave.
Vamos a ponerlo fácil: Kramer sería el homólogo de Sergio Busquets en Alemania. Es ese centrocampista defensivo para jugar por delante de la defensa pero con un físico imponente, superior al del jugador del Barça. Lo que más impacta en su juego es su facilidad para robar balones y su alto índice de acierto en los pases. Es el jugador perfecto para sostener al equipo en defensa, por su contención, su presencia física y su 1,90 que también le hace sacar balones por alto, y es el jugador encargado de iniciar cualquier jugada de ataque en Borussia-Park. Además, tácticamente es un jugador perfecto, como no podía ser de otra manera en un equipo dirigido por Favre.
En definitiva, Kramer es uno de los valores de futuro del fútbol alemán, recién renovado por el Leverkusen. Creo que pocas dudas hay de que el año que viene llevará su juego al BayArena, donde seguro seguirá creciendo. Nombre para apuntar sin lugar a dudas, y al que tendremos la oportunidad de ver esta noche ante el Villareal en la Europa League: Christoph Kramer.
David Plaza