Matavz, la gran esperanza eslovena
Eslovenia ha estado en dos de los últimos tres Mundiales. Para un país europeo de poco más de dos millones de habitantes esto es algo extraordinario y hay que valorarlo como tal. Sin embargo, en un grupo a priori asequible y en el que no son particularmente inferiores a nadie, se encontraban demasiado lejos de los puestos de cabeza. Haber ganado un único partido de los cuatro disputados en fase de grupos provocaría un cambio en la selección. La federación se ha visto obligada a recurrir al ídolo que clasificó a Eslovenia por primera vez a un gran torneo internacional, Srecko Katanec. Primero se metió en la Eurocopa y dos años más tarde, en el Mundial.
Eslovenia jugará el partido definitivo que decidirá si se puede soñar con alcanzar el segundo puesto, que podría llevar a la repesca, o si hay que empezar a pensar en la Eurocopa de Francia, la primera de 24 equipos. Su rival, Islandia, se encuentra en una situación similar. De ganar en Ljubljana eliminaría a un rival directo y aprovecharía que Noruega y Albania, los otros dos rivales por el segundo puesto del grupo, se enfrentan entre ellos.
Pero volvamos a los eslovenos. La selección de Katanec llega al partido fronterizo sin dos de sus futbolistas de mayor calidad y desequilibrio. Kevin Kampl, futbolista del Red Bull Salzburg, lesionado y no llega a la cita clave mientras que Josip Ilicic, del Palermo, tampoco entraría en la convocatoria, sancionado. El primero, menos conocido, entró en las últimas convocatorias y ya fue uno de los líderes de una generación sub21 que se quedó cerca del Europeo de Israel. Kevin Kampl dio el salto a la absoluta y cada día está más cerca de ser el nuevo gran referente del fútbol esloveno. Además, está más cerca de serlo que un irregular Ilicic, que no mostraría un buen nivel en el Palermo.
Sin estos futbolistas Katanec deberá confiar en la vieja guardia que clasificó al equipo para el Mundial de Sudáfrica, como los “japoneses” Novakovic o Ljubijankic, además de lo que puedan aportar futbolistas menos curtidos en este tipo de batallas como Lazarevic, Krhin o Cvijanovic. En esta situación tan delicada Tim Matavz sería la gran esperanza para vencer a la Islandia de Gylfi Sigurdsson.
El país se encomendará a su figura y esperará que algún actor secundario de su propio equipo les sorprenda con un partido memorable.
Tomàs Martínez Pés
Un comentario en “Matavz, la gran esperanza eslovena”
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